martes, 27 de septiembre de 2011

La gente cambia

Curiosamente, a veces las personas que nos inducen a pensar de cierta manera o que nos inspiran a buscar cierto tipo de conocimiento cambian de repente todas sus convicciones o simplemente se aburen de ellas, de tal manera que se queda uno sosteniendo y dando vida una herencia, continuando un legado que ya no existe.

Y también es curioso como de repente suele importar tan poco que estas personas inspiradoras hayan dejado de ser un modelo, que hayan abandonado el camino que una vez nos instaron a seguir.

Recientemente me pasó con un amigo muy querido, al cual le debo el hecho de ser vegetariana y mi interés por la cultura hindú, la meditación y el camino del yoga. Y pues bueno, este amigo se comió una hamburguesa un día de estos, así como quien se come un brócoli. Y ya no está meditando, parece que se cansó y dice ya no estar interesado en eso.

Tomé la noticia como lo que era, una noticia, sin asombro, sin juzgar, sin querer tampoco intervenir ni hacerlo cambiar de parecer. Tampoco afectó eso en lo más mínimo lo que pienso de las temáticas antes expuestas, al contrario, me sentí muy tranquila escuchando eso pero a la vez muy satisfecha y agradecida de lo que me había heredado.

Lo cierto es que no todos necesitamos las mismas cosas, ni todo lo que nos es útil hoy nos será útil mañana. Y después de todo, la gente cambia y evoluciona a diferente ritmo y por distintos caminos, y es importante mantenerse en movimiento, cambiar, crecer, aunque a veces pueda parecer un retroceso. Y ese replanteamiento de los ideales, esa búsqueda constante a veces disfrazada de no-búsqueda, me parece que es lo que hace la vida hermosa.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Lunes por la pista

Bueno, hoy resultó un mejor día que ayer... Definitivamente no podía ser peor, aunque no voy a tentar la ley de Murphy. En fin, creo que mi shitty day terminó anoche como a las 10:30pm, hora en la cual me quedé dormida después de un delicioso té tranquilo. Sí, así es, me hice el tecito... aunque aún no he terminado la última bolsita de té andino, y la verdad no sé si quiero hacerlo. Por el momento la tengo en reserva, si un día se me antoja pues me la tomaré, pero creo que me gusta la idea de dejarla ahí, como una cápsula del tiempo, conteniendo ese pedacito de mi vida.

Y pues bueno, hoy ha sido un día cansado la verdad, me desperté a las 6:00 para ir a una entrevista de trabajo, un trabajo que no pienso hacer, gracias. Almorcé con una amiga, luego fui a análisis (ajá, me analizo, por dicha...) luego pilates... Y para cerrar el día con broche de oro escribir en el nuevo blog y llamar un taxi para ir a la casa de un amigo. Invitación de última hora, de esas lindas y espontáneas, así que voy a prepararme para ver una película tonta y dormir después de una buena ducha (claro, en mi casa no hay agua caliente ahorita, así que ya le pedí el baño al compa)

Este ha sido mi lunes, y por una vez en la vida diré T.G.I.M.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Sigue siendo domingo...

Y apesta.

Hoy es domingo

Hace mucho tiempo escribí que hay días hacia afuera y días hacia adentro... pues bien, ya no sé en qué clase de día estoy. Tengo esta necesidad de escribir para mí, para mantener la cordura, para funcionar. Es para mí y para nadie más que necesito sacarme las letras de adentro hacia afuera, sin embargo lo hago en un blog; supongo que es porque tirar las letras a lo público me ayuda a deshacerme de ellas más fácilmente que tenerlas en un cuaderno bajo llave.

No, yo no tengo nada que guardar bajo llave, tampoco nada muy interesante que decir. Es más una necesidad. Es un acto urgente. Y pues bien, me encuentro aquí escribiendo un domingo por la tarde. No he estado bien, es cierto. Pero quisiera estarlo. Paso número uno, comprar té tranquilo en el super. Paso número dos, tomarlo.
Creo que estoy en un paso intermedio ahora, y no solo con el té.

No me siento de ningún lado, no siento que me dirija hacia ninguna parte, estoy en pausa. Tengo que empezar a escribir una tesis para graduarme de una carrera que ya no estoy tan segura de querer ejercer. O más bien, que ni siquiera sé muy bien que significa ejercerla.

Y pues bien, en este paso intermedio se  me está dificultando mucho caminar, y sobretodo dormir... Caminar, de caminar caminar yo camino, con la mirada perdida quizá, pero camino. Ahora, el dormir es otra cosa, para dormir hay que dejar de pensar, relajar la mente, y mi mente últimamente no descansa. Llego a dormirme sí, pero no a relajar la mente. Una mierda la verdad.

Pero bueno, actitud positiva dicen que hay que tener, y el primer paso es tomar té tranquilo. hay cosas que deben pasar por el cuerpo. Y ahora que lo pienso, escribí ayer sobre el té de Perú que ya se me va a acabar, quizá necesitaba sentir que después de eso no me iba a quedar sin nada, que voy a seguir tomando té, que ahora viene un té tranquilo.