domingo, 25 de septiembre de 2011

Hoy es domingo

Hace mucho tiempo escribí que hay días hacia afuera y días hacia adentro... pues bien, ya no sé en qué clase de día estoy. Tengo esta necesidad de escribir para mí, para mantener la cordura, para funcionar. Es para mí y para nadie más que necesito sacarme las letras de adentro hacia afuera, sin embargo lo hago en un blog; supongo que es porque tirar las letras a lo público me ayuda a deshacerme de ellas más fácilmente que tenerlas en un cuaderno bajo llave.

No, yo no tengo nada que guardar bajo llave, tampoco nada muy interesante que decir. Es más una necesidad. Es un acto urgente. Y pues bien, me encuentro aquí escribiendo un domingo por la tarde. No he estado bien, es cierto. Pero quisiera estarlo. Paso número uno, comprar té tranquilo en el super. Paso número dos, tomarlo.
Creo que estoy en un paso intermedio ahora, y no solo con el té.

No me siento de ningún lado, no siento que me dirija hacia ninguna parte, estoy en pausa. Tengo que empezar a escribir una tesis para graduarme de una carrera que ya no estoy tan segura de querer ejercer. O más bien, que ni siquiera sé muy bien que significa ejercerla.

Y pues bien, en este paso intermedio se  me está dificultando mucho caminar, y sobretodo dormir... Caminar, de caminar caminar yo camino, con la mirada perdida quizá, pero camino. Ahora, el dormir es otra cosa, para dormir hay que dejar de pensar, relajar la mente, y mi mente últimamente no descansa. Llego a dormirme sí, pero no a relajar la mente. Una mierda la verdad.

Pero bueno, actitud positiva dicen que hay que tener, y el primer paso es tomar té tranquilo. hay cosas que deben pasar por el cuerpo. Y ahora que lo pienso, escribí ayer sobre el té de Perú que ya se me va a acabar, quizá necesitaba sentir que después de eso no me iba a quedar sin nada, que voy a seguir tomando té, que ahora viene un té tranquilo.

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